El cesped que da brillo a mi jardin


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Son muchas las personas que durante mucho tiempo me han estado aconsejando que ponga en mi jardín césped artificial, un césped que al parecer da muy buen resultado, pero creo que es mejor empezar por el principio. En casa tenemos un patio grande y la verdad que lo disfrutamos mucho en verano tenemos piscina y cuando nos vendieron la casa ya tenía un césped natural rodeando la piscina pero si os digo la verdad no parecía un césped muy cuidado o eso me pareció la primera vez que lo vi. Cuando firmamos y ya por fin nos dieron las llaves pude corroborar con exactitud lo que en un principio me había parecido el césped estaba amarillento, nada del color clorofila que estamos acostumbrados a ver en los césped de las piscinas públicas o en algunos campos de fútbol, la verdad que era una autentica pena ya que los anteriores dueños no habían sabido sacarle el partido que se merecía por lo que nos tocó quitarlo, ese césped ya estaba enfermo y por mucho que quisiéramos no lo íbamos a reanimar.

Pues nada vinieron y lo quitaron y la piscina parecía muy desangelada, como que le faltaba algo, es por eso que decía al principio que me aconsejaban el poner otro tipo de césped. Aunque barajamos la idea de plantar de nuevo otro de manera natural enseguida cambiamos de idea ya que solo el mantenimiento que necesita te obliga a pasar muchas horas pendiente de él, y precisamente hoy en día lo que menos nos sobra es tiempo y el poquito que podemos recoger queremos disfrutarlo con nuestros familiares antes que hacer cosas en casa. Es así como decidimos probar el césped artificial, nos pusimos en contacto con una empresa especialista y pudimos leer más información sobre ello en unos folletos que nos mandaron a casa de esa manera pudimos decantarnos por el que más nos interesó, aunque en poco tiempo nos mandaron personal para medir y ver qué tipo de césped nos iba mejor y la verdad que en poco tiempo tenía allí a los instaladores, de verdad debo decir que hasta lloré cuando lo vi terminado, desde entonces no hemos dejado de disfrutarlo tanto si nos bañamos como si tomamos el sol sin miedo a que aparezcan hormigas y sin el engorro de tener que regarlo a diario y recortarlo cada dos por tres.

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